28 feb 2012

Remolino de polvo

Un día de verano, poco después de la guerra civil del 36, la rutina cotidiana del pueblo de Plenas se vio alterada por un curioso suceso.
En la partida del Plano, muy cerca de la costera de la Guardia, junto al borde del valle, por una conjunción de situaciones atmosféricas, se originó un “remolino de viento” que poco después se fue engordando y adquirió grandes proporciones.
Su imagen causaba pavor. La gente lo veía desde el pueblo y lo miraba aterrorizado, pensando que descendería y arrasaría el pueblo.
Era una columna que unía el cielo y la tierra, bastante gruesa, de polvo que giraba sin cesar… Nunca se había visto este fenómeno por aquí.
Algunas mujeres y niñas que estaban en el lavadero, salieron a ver el enorme remolino y se encontraron con una vecina, ya mayor, sudorosa , que venía corriendo y fuera de sí… desde el puente del río, gritando sin cesar:

      –Que viene la fin del mundo! Corred hijas mías, ¡que viene la fin del mundo!

Poco después el remolino desapareció tan misteriosamente como se había formado. Algunos vecinos se acercaron al lugar donde se había formado y vieron parte de los campos arrasados y una gran parva extendida por allí.

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